La Máscara – Capítulo VII. Cuerdas

Introducción:

Este es el penúltimo episodio de esta temporada y, cuando terminemos nos plantearemos realizar una segunda. Hay ideas que van volando por nuestras cabezas y que creemos que pueden ser interesantes para continuar la historia. En principio, nos gustaría poder seguir, todo depende de, como siempre, la acogida, el apoyo y lo que esté gustando este pequeño proyecto.

Como aficionado al cine que siempre he sido, para mí es un verdadero lujo el poder realizar esta pequeña serie. El ver cómo, semana tras semana, ha ido cogiendo forma, ha habido más seguidores y más gente animándonos a seguir en un proyecto que, a nivel creativo, estábamos llevando hacia adelante únicamente tres personas pero, que se han ido uniendo muchos amigos que nos están ayudando a crecer y a seguir haca adelante. Así que, mil gracias a todos por apoyarnos en esta aventura.

En cuanto al episodio creo que es el más importante para la historia hasta este momento, recomiendo a todos los que nos estáis siguiendo que os fijéis en todos los detalles ya que, todos tienen importancia para el futuro y, sobre todo y estoy adelantando acontecimientos, para una posible segunda temporada.

Os dejo el episodio animado y el texto original que escribí para que podáis apreciar la adaptación y observar más detalles de la historia. Y, como siempre, estaré encantado de intercambiar opiniones y comentarios. Muchas gracias a todos.

Episodio adaptado a la Animación:

Texto Original:

“POR MI CULPA COMENZÓ TODA ESTA PESADILLA”

Tuve que volver a releer aquellas palabras derramadas en el papel y “derramadas” era la palabra adecuada para definir los trazos llenos de curvas de aquellas letras. Estaba  acostumbrado a leer por todas partes las frases que Lápiz había dejado escritas por toda la ciudad y la forma de sus letras no tenía nada que ver con lo que había en ese papel. Era como si el mero hecho de escribirlo le hubiera aterrado.

Tomé el ascensor y fui en su busca, necesitaba alguna explicación. Al encontrarme ella por sorpresa en lo alto de la plataforma se quedó mirándome sabedora de que acababa de desvelar su secreto. Las máscaras ocultaban las emociones de nuestros rostros pero los dos sabíamos lo que el otro estaba pensando. Se echó la mano a la boca en un intento de que no saliera por ella nada de lo que pudiera arrepentirse. Yo la miré incapaz de hablar, estaba demasiado confuso. Se dio la vuelta sin mediar palabra y volvió a salir corriendo hacia las escaleras donde comenzó a gritar con nerviosismo.

Huyendo fue como la conocí y así era como continuábamos nuestros días.

No fue hace mucho tiempo cuando nos encontramos por primera vez. Ahora los días, las horas y las semanas se mezclan y convierten los recuerdos en parpadeos. Ese día por la mañana descubrí lo de las colas de las ratas. Si se sienten amenazadas las sueltan y las dejan en el suelo moviéndose, serpenteando buscando a su dueña pero, si en vez de un cuerpo encuentran otra cola, se unen y se convierten en cuerdas más fuertes y elásticas. Mi falta de paciencia por acorralar ratas para alargar mis cuerdas me hizo ir en su búsqueda directamente. Comencé a cortarles las colas a machetazos aunque ya no las necesitara. Me gustaba escucharlas chillar, retorcerse, era como si se les arrancaba la cola se acabasen marchitando entre alaridos. Y aquellos gritos de ratas moribundas se convirtieron en música para mis oídos. Aunque lo mejor estaba por llegar, podía usar mis cuerdas contra ellas como si fueran látigos. Las desmembraba, las partía por la mitad incluso cuando estaban unidas y aún así, seguían moviéndose. Lo único efectivo para matarlas, era cortarles sus malditas colas.

Aquello me hizo crecerme, me creí un salvador que iba de edificio en edificio limpiándolos de asquerosas ratas dejando tras de mí regueros de cuerpos peludos desmembrados y así, fue como la encontré. Entré en una habitación blanca, resplandeciente, sin un ápice de suciedad. Todo lo que había visto hasta entonces estaba repleto de mugre con paredes repletas de sangre así que quedé sorprendido por lo impoluto de aquel lugar.

Di un paso para adentrarme y oí un pequeño chirrido, como si una asquerosa rata estuviera royendo los restos de un hueso. Me acerqué sonriente deseoso de usar mis cuerdas y allí estaba ella, en el suelo escribiendo sin parar con sus lápices, a su lado una enorme jeringuilla goteaba lo que parecían ser restos de sangre fresca.

En aquellas paredes blancas fue dónde conocí por primera vez los trazos de sus letras: “LAS PESADILLAS SON LA PAZ”,  “EL MIEDO TRAE LA TRANQUILIDAD”, “EL CONTROL ES  LA VIDA”.  No le hice demasiado caso a aquellas frases, todos estábamos fuera de sí desde que todo se descontroló. Así que la cogí entre mis brazos y me dispuse a buscar un refugio a la que llevarla. Ella giró la cabeza y se quedó mirando la jeringuilla en el suelo.

—Me dijo que así sería más fácil protegerme, que así podríamos vencerlas. Pero  convertirse en eso era lo que realmente quería .—Fue lo último que me dijo en horas, en días, en semanas,  ahora el tiempo se mezcla y convierte los recuerdos en parpadeos.

Lápiz me trajo al presente volviendo de las escaleras con la respiración entrecortada. Junto a ella, venía un hombre con una lata en la mano. Y con él, comenzaron los golpes. Milagrosamente conseguimos entrar en el refugio y fui a buscar el resto de mis cuerdas, estaba seguro de que las iba a necesitar. Giré el folio, por detrás había un dibujo, una cabeza ovalada repleta de enormes ojos con colmillos que cortaban con tan solo mirarlos. A mi alrededor comencé a escuchar como el acero se desgarraba bajo la fuerza devastadora de aquellos malditos bichos. Volví la vista hacia el papel, debajo del dibujo habían, escritas a lápiz, las siguientes palabras:

“LOS MURCIÉLAGOS LE ABRIRÁN LA PUERTA Y ÉL SE ENCARGARÁ DE NOSOTROS”

Escrito por: Fer Alvarado

Animado por: Míster Bizarro

Sonido por: J.J. Rec

Voz Cuerdas: Sergio González

Voz Lápiz: Adela Guiu

2 comentarios en “La Máscara – Capítulo VII. Cuerdas

  1. Magnífico episodio, lo he saboreado con suma atención. Manejar los saltos temporales es vital en un formato tan reducido. Destacable la labor que habéis hecho en este sentido. Rebobinar para contar lo justo y completar el puzle de lo que llevamos visto. Destacable también la narración de Cuerdas, así como el peso que ha ganado este peculiar antihéroe. Me permito un consejo: no olvidéis rescatar la importancia del protagonista. En mi opinión, él también debe tener un pasado que impacte, o al menos que influya en el devenir de la historia. Se nota una evolución en apartado visual. La estética y el montaje en constante evolución. La música, como siempre, completando la puesta en escena del estupendo conjunto. Con ganas de conocer al malo malísimo. Fuera lo que fuese, lo que se traía entre manos se le fue de la manos 😅👏👏👏

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    • Muchas gracias Javier por tu crítica constructiva, sabes que siempre anoto todos y cada uno de tus consejos los cuales, considero muy valiosos. Yo, también he notado la evolución desde que iniciamos la serie hasta el día de hoy, en algunos sentidos creo que pecamos (o pequé) de tener demasiada prisa o querer sacar a la luz un proyecto que me hacía muchísima ilusión. Pero, como casi todo, nos hemos basado en la eterna regla del I + D que es la del ensayo y error. Hemos intentado aprender de los fallos más sonrojantes y potenciar los aciertos episodio tras episodio. Aunque, en general, para ser mi primera experiencia en este formato me siento medianamente satisfecho (e incomformista a la vez para seguir mejorando en un futuro). De nuevo espero con ganas que veas el último episodio de la temporada para recibir tu opinión con los brazos abiertos sobre esta historia que, aunque cada vez se torne más fantástica, he intentado que mantenga la crítica social y el doble sentido en sus personajes y situaciones. Muchísimas gracias de verdad por todo lo que aportas siempre, un gran abrazo.

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