La Máscara – Capítulo III. Ratoneras

Introducción:

Una semana más os traigo el capítulo animado y el texto original que escribí de la serie de terror «La Máscara» en la que colaboro. Tal vez sea el episodio más incómodo de ver hasta la fecha ya que mi intención cuando lo creé fue hacer una comparación con la situación actual y poder pensar en los posibles cambios futuros que acarreará todo esto. Y sinceramente sería algo estupendo que el tomarnos la vida de otra manera y apreciar lo que es realmente lo importante fuera uno de ellos (y soy el primero en intentar aplicarme este nuevo pensamiento).

Capítulo:

Texto Original:

III. Ratoneras

El aire insalubre de la calle flotaba e invadía mi cuerpo a través de mi maltratada máscara. Aquel maldito aire que antes nos  proporcionaba vida y que ahora estaba llenando nuestros días de muerte e incertidumbre.

Me coloqué en mitad de la carretera y comencé a correr con la huida  como único objetivo plausible. A mi izquierda y derecha  los coches parecían dormir mientras reposaban sobre sus estómagos con las ruedas roídas y deshinchadas.

Aquellos cadáveres de hierro oxidado  eran los testigos silenciosos de todo lo acaecido, los únicos que podrían reescribir esta historia de carne desgarrada pero preferían permanecer durmientes buscando un nuevo propósito para sus vidas. Ya no serían nunca más vehículos e, igual que todos, deberían buscar su nueva función en el mundo.

Me sorprendieron unos feroces golpes en la puerta de un edificio cercano que hicieron que me apartara de la carretera y me resguardara tras el coche que tenía al lado. Fuera lo que fuera lo que allí había, no iba a tardar mucho en traspasar la madera que comenzaba a quebrarse y a convertirse  en balas con forma de afiladas astillas.

Estaba observando el vaivén de aquellas  bisagras cuando un pensamiento invadió mi mente: ¿aquel nuevo mensaje de la megafonía sería humano o sería una especie de reclamo para engañarme y atraerme a una trampa?,  ¿sería algo así como mi trozo de queso inalcanzable dentro de una ratonera?

— ¡Ratoneras, ratoneras, ratoneras! —Comencé a gritar mientras me rascaba con vehemencia la parte posterior de la cabeza, aquella había sido mi revelación. Miré a un lado y a otro, todos los edificios eran iguales, todos con sus puertas de madera astilladas y reventadas desde dentro, todos con charcos de sangre resecos en las aceras, en los porches, en el asfalto,… Me vino a la mente la grabación de la megafonía: “permanezcan en sus casas” decía  sin descanso. Nuestras casas, éstas eran las verdaderas ratoneras, las verdaderas trampas. Aquellos roedores deformes nos habían encerrado en nuestros hogares, nos habían proporcionado la falsa comodidad que daba un techo y cuatro paredes y cuando más confiados estábamos nos cazaban uno a uno. Éramos visitantes en un mundo que parecía real, pero que no lo era en absoluto. Éramos los visitantes de su propio mundo.

La puerta acabó  por rendirse, salió volando y  golpeó un coche que había aparcado justo enfrente. La alarma del vehículo reaccionó al golpe y comenzó a sonar dejando un  sonido extinto de sirenas que parecían danzar con el aire.

Uno de esos seres repletos de garras y colmillos salió del edificio, se acercó al  vehículo que acababa de despertar, se puso de pie sobre sus patas traseras y comenzó a olisquearlo. No sabía si aquel nuevo mensaje de la megafonía también sería una trampa pero en ese momento no tenía otra opción mejor que comprobarlo. Así que comencé a arrastrarme por el suelo en dirección a una posible encerrona mientras el ser de garras seguía entretenido con la alarma del coche. Tal vez aquellos vehículos habían encontrado su actual cometido: ayudar a huir a  sus antiguos dueños, los humanos. Ahora, era a mí a quién le tocaba encontrar una nueva función en el mundo.

Escrito por: Fer Alvarado

Animado y producido por: Mr. Bizarro

Sonido por: J.J. Rec

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2 comentarios en “La Máscara – Capítulo III. Ratoneras

  1. Como siempre, estupenda recreación del apocalipsis pandémico. La claustrofóbica atmósfera, aunque lejos de la realidad que nos toca vivir, está hermanada con ella en algunos aspectos. El monstruo rata, élite económica que nos proporciona pan y circo a cambio de supuesta comodidad y precariedad laboral. Las ratoneras, nichos verticales donde moran los que aceptan el trato sin ser conscientes de que viven atrapados. Por otro lado, esperaba que la trama fluyera hasta el punto de encuentro u otras nuevas situaciones. Entiendo que la brevedad de los capítulos es un obstáculo para el flujo narrativo, por eso opino que la historia ganaría enteros si fuera un poco más lineal. Hoy tocaba crítica constructiva😅, pero me encanta el trabajo que hacéis. Enhorabuena

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    • Muchas gracias Javier, tus opiniones y críticas siempre son más que bien recibidas. Mi intención, narrativamente hablando, era dejar algunas claves en este episodio que parecen menores pero que serán importantes para el futuro de la serie, además de la crítica social que expones. Espero que al final de la temporada quede más o menos clara ese objetivo que tengo, aunque en muchas ocasiones ocurre que del objetivo narrativo que se quiere mostrar a lo realmente mostrado hay un abismo, espero poder lograrlo. Aún así entiendo el concepto de movimiento al que te refieres y puede ser que haya detenido el ritmo en demasía, apunto todas estas observaciones y de verdad que agradezco enormemente los puntos que me muestras. Un gran abrazo y de verdad que gracias infinitas por todo.
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